DE TODOFENG SHUI

Algo más sobre los jardines Zen

Si bien antes hablamos un poco de un jardines Feng Shui, ahora otra ves le toca al Zen.

Los jardines Zen, originalmente conocidos en Japón como karesansui son jardines secos que se empleaban antiguamente en los templos con fines de meditación.

Y en donde todo se encontraba en su justo lugar para generar armonía y equilibrio. Si bien esta tradición se remonta a tiempos inmemorables, se ha mantenido en el tiempo y están viviendo actualmente, un interesante revival.

Según la doctrina del budismo zen, el hombre debe aspirar a vivir en armonía consigo mismo.

Esto se logra por medio de la meditación, y un jardín semejante, creado según directrices especiales, se presta por excelencia a este fin.

Un jardín zen sirve de maravilla para tranquilizarse sin distracción y en armonía con el entorno. Su mayor ventaja desde luego no está en el mantenimiento del mismo. Al contrario: una vez creado, éste se debe dejar en paz, para sólo disfrutar de su presencia.

Un jardín zen en verde espiritual

El jardín zen es sobrio y abstracto. Con unos medios mínimos se intenta conseguir un efecto máximo.

Se trata sobre todo del arte de suprimir cosas. Justo por esta limitación se potencia el efecto y se apela a la imaginación.

Estos jardines zen consisten en un campo de arena de escasa profundidad.

Además de arena, hay grava, rocas y ocasionalmente algo de hierba, musgo y otros elementos naturales.

Cada vez más personas empezaron a creer en la doctrina del yin y yang, bajo la influencia del budismo emergente. Yin y yang representan lo negativo y lo positivo, lo masculino y lo femenino.

Estos dos polos deben estar siempre en equilibrio y el hombre puede jugar un papel crucial al respecto.

Que representan?

Por otra parte, esta disposición de los bloques de piedra es todo un arte, que debe cumplir unos principios muy estrictos.

De hecho, rara vez superan la dimensión de 10 metros por 30. La arena rastrillada (que puede tener diferentes trazos) indica la figura del mar.

En torno a las rocas que se ubican, se forman anillos, como si estas formaran ondulaciones en el agua.

En el resto del jardín, se rastrilla en paralelo a la plataforma que le da sus cimientos.

El simbolismo tiene gran importancia.

La arena rastrillada, por ejemplo, representa el océano y la ausencia de pensamientos.

El agua corriente es como la fuente de la vida.

Estos jardines zen se realizan siguiendo proporciones sagradas y tienen múltiples lecturas, pero siempre siguiendo el múltiplo de tres, que según las creencias de los meditadores, confiere interesantes propiedades energéticas.

Aquellos que los fabrican a pequeña escala para tenerlos en su hogar, recomiendan colocarlos en la mesa de luz.

Así, cuando uno no encuentra el horizonte, puede meterse en una realidad diferente y encontrar el equilibrio energético.

Si deseas profundizar en los fundamentos de la jardinería zen, te aconsejamos que leas algunos libros sobre el tema. Pero sin sumergirte en estos manuales seguramente también merece la pena crear tu propio ‘jardín de meditación’ oriental.

Yo ya lo estoy intentando. Adelante…

más jardín Zen…

Vía: Innatia, Facilísimo, Imagenes google

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