Somos reflejos de del hogar, de nuestra propia casa, si estamos inquietos, preocupados, con mal ánimo seguramente nuestra casa estará desordenada o tal vez nunca encontremos nada en su sitio, hasta el punto de ofuscarnos con nosotros mismos.
Todo lo que arrastramos, lo llevamos encima y a la vez acumulamos objetos y tonterías sin necesidad. Por eso es tan recomendable realizar aunque sea una vez al año una buena limpieza y acomodamiento.
Armarios, archivos, escritorios, trasteros, placares etc. Todo lo que se atasca no nos deja progresar, tenlo en cuenta.
Si lo prefieres aún más hay fechas propicias para realizarlas, como fin de año o cambios de estación. Si tienes tu propio mapa Bagua es aun mejor porque tendrás tus propias fechas personales.
De esta manera, limpiamos la casa de energías y también renovamos las nuestras es una armonización física y mental, es así como funciona.
Cuando lo realizamos inconscientemente nuestro cuerpo se prepara para lo nuevo, ideas, vitalidad, cambios; y nos abrimos a la espera y recibir.
Nuestra casa, es ese lugar donde siempre queremos regresar después de un día agitado o nos recluimos a relajarnos y si no lo fuera así, es hora de planteártelo ¿por que?, es el lugar sagrado, donde esta todo nuestro chi, nuestras fragancias y más. Por algo el olfato también nos lleva en poco segundos a lugares tan escondidos en nuestra mente que casi teníamos olvidado, recordar el aroma de flores del jardín de la abuela o el potaje de nuestra madre.
Por ello tenla cuidada, limpia y aireada. Pon plantas, enciende aromas, deja que entre el sol y el aire. Quiérela y mímala como a ti mismo.
Que tengas un buen Feng Shui