Aprovecha el cambio de temporada para organizar cajones, armarios y baldas, y restablece ese orden que se pierde poco a poco a lo largo del año.
Orden en las alacenas: mira con atención las fechas de caducidad y coloca en primera línea los productos que se deben consumir antes. Pastas y legumbres dan más sensación de orden dentro de tarros de cristal que en sus envases, arrugados e inestables. Los ingredientes que dejan rastro, como la harina o la sal, que desprenden pizcas; guárdalos en tarros con tapa, como éstos, con pizarra para anotar su contenido.
Orden en el dormitorio infantil: La invitación a un cumpleaños, los teléfonos de los amigos, el horario de las actividades extraescolares… La vida de un niño es complicada y su memoria, aunque excelente para recordar cromos, no siempre tiene sentido práctico. Con estos paneles de casilleros y fondo de pizarra tendrán a mano y en orden sus asuntos más importantes.
Organiza zapatos y bolsos: Son fascinantes, pero… ¡ocupan tanto! Si tienes una pared despejada, coloca baldas de suelo a techo. En las más altas almacena los zapatos y bolsos de otra temporada, de manera que los que vayas a utilizar queden a tu alcance. Guarda los pares más delicados en su caja.
La ropa de casa: Es más fácil mantenerla en orden si se guarda en un armario -donde toallas y sábanas se localizan de un vistazo- que dentro de cajones. En el caso de las sábanas, guarda la bajera y sus fundas de almohada dentro de la encimera. Así evitarás que las piezas del juego se desperdiguen.
Vía: micasarevista